lunes, 2 de octubre de 2017

La doctora Omy

¡¡Hola, hola!!

Las Manualidades de Maberu sigue ampliando horizontes, y esta vez las miras están puestas en la técnica del FIMO.


La arcilla polimérica (conocida más por su marca Fimo), es una especie de plastilina que se endurece al meterla en el horno. Tiene una variedad muy amplia de colores y varias marcas destacadas, además de la ya mencionada Fimo: Sculpey, Kato, Cernit... Las que yo he empleado principalmente son Premo!, de Sculpey, y también Fimo Classic. Son muy fáciles de trabajar y los colores se mantienen  muy bien después de hornearlos. Podéis encontrar estar arcillas fácilmente por Internet en páginas como "Con A de Arte" o "Abedulart". Yo las he adquirido físicamente, y a buen precio, en una tienda de Fuenlabrada llamada "ICR", que la podéis encontrar en otros lugares ya que se trata de una franquicia.
En este enlace tenéis un listado de los distintos tipos de arcilla polimérica con sus principales características: "Todomini"

Mi cajita de manualidades de fimo, llena de materiales, ideas e ilusión

Hace unos años, gracias a mi amiga Luisa, conocí esta técnica y pronto me llamó la atención. Pero, sinceramente, lo primero que hice no tuvo el resultado esperado. Dicho en otras palabras: me quedó hecho un churro. Y ahora, gracias a un encargo que me han pedido mis primos para su boda, me he reconciliado con esta técnica.
Lo que hice en su momento, aquello que me quedó hecho un churro, fue un broche, pero lo que estoy creando ahora son muñequitos que andan a medio camino entre las chibi dolls y los Pinypon.

Esta es la Dra. Omy, una miniatura de mi mejor amiga Romy, una creación con la que he pretendido sorprenderla en su cumpleaños.

Además de las pastillas de fimo de distintos colores, para trabajar esta técnica tan entretenida necesitaréis algunos materiales básicos, como un cutter, un rodillo para amasar, pinceles y pinturas acrílicas para los detalles... También podéis obtener utensilios que se emplean en la repostería creativa, como corta-pastasmoldes o el juego de palillos que os pongo en la imagen de abajo.
Para los ojos, a mi me resulta muy práctico emplear un buril con punta de bola para aplicar el acrílico. Los hay de distintos tamaños, lo que resulta muy útil a la hora de dar pequeños toques de luz en la mirada de los muñequitos.


Por supuesto, necesitaréis un horno para endurecer vuestras figuras. Hay personas que emplean el horno de casa, pero he leído que, si por casualidad se quema la pasta, puede resultar tóxico, por lo que prefiero no jugármela. Me compré un mini-horno que me costó solo 20 ó 25 euros y la verdad es que me funciona de maravilla. Lo único malo de este electrodoméstico es que no regula tan bien la temperatura como el horno de casa, así que he tardado un poquito en pillarle el punto. Pero una vez que he logrado concretar el tiempo y la temperatura que necesitan las figuras ya es coser y cantar.

Por último, conviene darle un toque de brillo con un barniz especial para fimo. Lo tenéis de varias marcas también. El que yo he empleado es el de la marca Sculpey y estoy bastante contenta con el resultado. Se aplica de manera muy sencilla con un pincel, seca increíblemente rápido y no queda en absoluto grumoso.

Bueno, ¿qué os parece la pequeña doctora? ¿Ha quedado muy kawaii, verdad? 


Ya que le he cogido el puntillo a esta técnica, compartiré con vosotros las creaciones que vaya haciendo... ¡Siempre que no me queden como un churro, claro!

Muac, muac!!
Kisu, kisu!!
XOXO
Besos,

Maberu 💖

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